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COVID-19: ¿Qué hacer para evitar contagiarse cuando finalice el confinamiento?

Nelson Gimón.- La pandemia del COVID-19 no ha desaparecido del mundo y, sin embargo, desde hace semanas ya se ha comenzado a ver como una gran cantidad de países están comenzando a salir de la etapa de confinamiento, volviendo poco a poco a los entornos y actividades sociales. Ahora bien, ¿es esto peligroso, tomando en cuenta que el coronavirus sigue allí?

Lo primero que hay que decir al respecto es que el riesgo a un nuevo brote de la enfermedad siempre estará mientras no se consiga una vacuna. Lo segundo, que el proceso de desconfinamiento debe llevarse a cabo siguiendo estrictas medidas, tanto individuales como colectivas, para reducir a lo mínimo ese riesgo.

La BBC realizó recientemente un trabajo especial en este sentido, y habló con el inmunólogo y profesor de biología Erin Bromage sobre cómo reducir el riesgo a contraer COVID-19 en esta crucial etapa. ¿Qué dijo el especialista? Veamos…

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Casos de casos

El experto recomendó que, en primera instancia, lo que se debe conocer es que es en casa donde más se enferma la gente. Eso, porque un miembro contaminado del entorno familiar puede más fácilmente transmitir el coronavirus a otros a través del contacto continuo. Fuera del hogar la cosa es un poco distinta: “Al aire libre, tienes una dilución ilimitada. Así que exhalas y esto se disipa muy, muy rápido”, explicó Bromage.

Ahora, el contexto cambia cuando se habla de una vuelta a la normalidad y, por ejemplo, nos topamos con personas con síntomas. Eso, porque la tos y los estornudos sí que representan un riesgo, sobre todo si nos encontramos en espacios cerrados como un ascensor, o si un individuo con sintomático tose o estornuda frente a nosotros.

El experto indica que incluso no estar presente cuando la tos o el estornudo ocurren es riesgoso, pues algunas gotas infectadas excretadas por estos síntomas son lo suficientemente pequeñas como para permanecer en el aire durante unos minutos.

Con los asintomáticos, la cosa es más calmada pues sus únicos agentes infecciosos vendrían a ser las gotas liberadas por la simple respiración, gotas que, a dicho del experto, no son tan peligrosas pues no están tan cargadas de virus, caen más directamente al suelo, y no son tan numerosas como cuando las expulsa un contaminado con síntomas.

Dicho de otro modo, sería mucho menos probable contraer la enfermedad simplemente estando en la misma habitación que alguien que está infectado pero no tose ni estornuda… aunque…


DATO: ¿Qué pasa cuando se grita o se canta? Estas dos son cosas que la gente suele hacer en circunstancias normales, y podría llegar a querer hacer en un desconfinamiento. Lo que ocurre acá es que gritar y cantar hace que las gotas se proyecten más pues vienen desde lo más profundo de los pulmones que es, precisamente, donde está el virus. En estos casos sí que hay que tener mucho cuidado.


Y hablando de entornos

El especialista citado por BBC explica que aquellas profesiones que tratan directamente con personas infectadas corren el mayor riesgo, y argumenta que se sabe de ciertos entornos que han provocado contagios a gran escala.

¿Cruceros? Sí, claro, pero Bromage destaca los eventos que ocurrieron en oficinas de diseño abierto y en eventos deportivos y sociales como fiestas de cumpleaños, funerales y recitales. En su momento las personas tenían un riesgo mucho mayor de exposición viral debido al tiempo que pasaron en un lugar cerrado en presencia de alguien que estaba infectado.

Eso, obviamente, puede pasar de nuevo durante el desconfinamiento, y es por eso que es importante tomar medidas sanitarias (y, todavía, de distanciamiento y limitación de la interacción social), sobre todo si se trata de, por ejemplo, un retorno al trabajo a una oficina cerrada y con poca ventilación.


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Tips finales

El Dr. Bromage le dijo finalmente a la BBC que se deben evaluar críticamente las actividades a realizar en términos de riesgo a medida que pase el confinamiento. Eso significa:

  • Si se va a ambientes interiores, considerar el volumen del espacio, la cantidad de gente que habrá adentro en un momento dado y cuánto tiempo se pasará allí.
  • Si se está en un espacio bien ventilado, con pocas personas, tener en cuenta que el riesgo es bajo, pero que igualmente hay que tener un mínimo de precaución.
  • Si se está en una oficina de diseño abierto, se necesita evaluar críticamente el riesgo (volumen, personas y flujo de aire). Si se está en un trabajo que requiere hablar cara a cara o, lo que es peor, gritar, igualmente hay que evaluar el riesgo.
  • Para una visita a un centro comercial, por ejemplo, la baja densidad, el alto volumen de aire de la tienda, junto con el tiempo limitado que se pasará en ella, significa que la oportunidad para un cliente de recibir una dosis infecciosa es baja. ¿Para el trabajador? ¡El tiempo extendido que pasa allí brinda una mayor oportunidad de recibir la dosis infecciosa!

¿Y qué de las superficies? Pues el experto no se olvida de ellas, y termina diciendo que no hay que olvidarlas. “Esas gotitas respiratorias infectadas aterrizan en algún lugar. ¡Lávense las manos con frecuencia y dejen de tocarse la cara!”, sentenció.


(Con información de la BBC)

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