Andreína Vies.- En las elecciones legislativas celebradas este domingo 28 de febrero en El Salvador, el gobierno liderado por Nayib Bukele obtuvo una contundente victoria de 65 por ciento de los votos en el primer balance del escrutinio, donde se han contabilizado 50 por ciento de las acta.
Esta ha sido una “victoria nunca antes vista” en el país centroamericano desde la llegada de la democracia en 1992, con este resultado, el presidente Bukele tendrá representantes en 56 escaños en la Asamblea, además, representa un declive en los partidos Frente Farabundo Martí (FMLN) y la derecha de la Alianza Nacional Republicana (Arena).
Desde la llegada de Bukele al gobierno salvadoreño, este ha trabajado para sentar nuevas bases en la política y la democracia, este último factor ha sido menospreciado en años anteriores, según un estudio de Latinobarómetro de 2018, se conoció que solo 28 por ciento de la población la apoyaba, mientras, 54 por ciento no le daba importancia.
El presidente salvadoreño en pocos meses logró levantar un hospital en San Salvador con Unidades de Cuidados Intensivos, además, sumó la sanidad pública y privada.
En el 2019 Bukele ganó la presidencia con un partido “prestado”, ya que en ese momento no pudo registrar su propia tolda política, desde entonces ha puesto su esfuerzo por realizar obras y otras gestiones, pero este no contaba con un apoyo grueso en el Parlamento, por lo que ha tenido que gobernar basado en decretos presidenciales, de esta manera a subsanado la falta de diputados.
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En adelante, Bukele no deberá negociar para poder nombrar al fiscal general, un tercio de los jueces de la Corte Suprema, al procurador general de Derechos Humanos, a esto se le suma que tendrá en su poder la Contraloría (tribunal) de Cuentas.
