Andreína Vies.– Luego de tres años Estados Unidos vuelve al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas bajo la administración del presidente Joe Biden, esta vez han destacado que serán participes para denunciar violaciones de derechos fundamentales cometidos por China, Rusia o Venezuela.
La primera intervención virtual ante este organismo estuvo a cargo del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien expresó que su país vuelve a depositar su confianza, sin embargo, resaltó que hacen falta cambios en este espacio.
Blinken destacó que el Consejo debe rectificar «su desproporcionado enfoque contra Israel», y analizar el hecho de que entre los integrantes se encuentren gobiernos autoritarios, por lo que consideró que «los que tienen peores registros de derechos humanos no deberían ser miembros».
El exmandatario Donald Trump abandonó el órgano en el 2018 bajo la excusa del sesgo que mantiene el consejo sobre Israel, en contraste, Blinken destacó que su nación se “presentará como candidato a formar parte de él para el trienio 2022-2024”.
Entre las mayores críticas que ha realizado Norteamérica tiene que ver con la participación que tiene Rusia, China, Venezuela o Cuba, países que a su juicio son regímenes absolutistas, Blinken argumentó que seguirán «denunciando abusos en países como Venezuela, Nicaragua, Cuba o Irán».
El secretario estadounidense expresó: «Esperamos trabajar con nuestros socios en este órgano y con las ONG de todo el mundo para garantizar que el Consejo cumple su función y efectivamente contribuye a la mejora de los derechos humanos en el mundo».
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En este mismo escenario, intervino el diplomático ruso, Serguéi Lavrov, este refirió que el organismo de Naciones Unidas «no necesita una reforma radical en su estatus», no obstante, habló de «algunos ajustes».
