NotiGlobo.-Diversas enfermedades infecciosas, que en su momento fueron erradicadas oportunamente con la inmunización de la población, vuelven a renacer en Venezuela, situación que ha generado preocupación en la ciudadanía y el gremio de la salud.
El pasado 14 de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre un brote de fiebre amarilla en Venezuela, luego de la confirmación de siete casos como resultado de las pruebas de laboratorio realizadas a finales de septiembre y entre los cuales seis correspondían a personas que no estaban vacunadas contra esta enfermedad endémica.
«Los casos reportados de fiebre amarilla muestran la importancia de vacunar contra la fiebre amarilla, especialmente en zonas endémicas de alto riesgo con ecosistemas favorables a su transmisión», reseña la OMS en un comunicado, al tiempo que recomendó que se incremente la inmunización entre indígenas, inmigrantes y personas vulnerables que viven en áreas urbanas densamente pobladas, donde está expuestos al mosquito Aedes agyepti, activo en ciudades de Suramérica.
La instancia internacional señaló que Monagas tiene una baja tasa de inmunización contra la fiebre amarilla (67,7 %), lo que significa que una parte sustancial de sus habitantes corren un riesgo alto de contagiarse.
Por su parte, la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela también se pronunció al respecto y exhortó al Ministerio de Salud a reactivar la vigilancia epidemiológica e inmunizar lo más pronto posible a toda la población en riesgo de contraer la fiebre amarilla, motivado al brote en el país.
«La ANM exhorta al MPPS (Ministerio de Salud) a publicar el boletín epidemiológico, a reactivar y mantener la vigilancia epidemiológica y a vacunar lo más pronto posible a toda la población en riesgo de contraer la fiebre amarilla y pone a disposición de las autoridades nuestros expertos para colaborar en el plan nacional de vacunación», reseña el comunicado de la academia.
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¿Qué se requiere para evitar los contagios por fiebre amarilla?
De acuerdo al médico internista venezolano, José Félix Oletta, es fundamental alcanzar la cobertura de vacunación mayor a 95% contra la fiebre amarilla para evitar brotes y frenar los contagios por fiebre amarilla.
En un reportaje del diario El Nacional, advirtió que actualmente no hay programas de control de vectores necesarios para detectar y prevenir la enfermedad. En ese sentido, el experto explicó que la vacuna se debe administrar a cualquier persona de entre 2 y 59 años que no haya recibido la dosis.
A juicio del especialista, la dosis es completamente segura y altamente eficaz y se puede aplicar un mes después de haber recibido cualquier otra vacuna, como la del covid-19.
La población prioritaria a considerar en Venezuela, deben ser las que habitan en zonas de riesgo como los estados Monagas, Bolívar, Sucre, Delta Amacuro o Anzoátegui. Pese a que existe una campaña de vacunación en dichas localidades, la cobertura es insuficiente.
¿Cuáles han sido las enfermedades que han reaparecido?
La fiebre amarilla no es la única enfermedad que ha reaparecido en el país, también figuran la salmonella, difteria y malaria. Es así como en agosto de este año, autoridades de salud del estado de Anzoátegui (Saludanz), reportaron que Venezuela registró un brote de salmonella en esa región con la confirmación de 571 casos, incluidas 2 muertes.El municipio más afectado de esa localidad fue el Simón Bolívar, con 262 casos en la parroquia El Carmen y 276 en San Cristóbal, mientras que en el municipio Sotillo se han diagnosticado unos 23 casos y nueve en Urbaneja, todos con antígeno positivo y signos clínicos de esta patología.
La difteria y la malaria son otros de los brotes que se reportan en el país, específicamente desde el 2016, y el sarampión en 2017.
De acuerdo a especialistas en el área dichas enfermedades no se registraban desde el siglo pasado y reaparecieron motivado a la carencia de políticas públicas adecuadas en el sistema sanitario.
Precisamente la poca vigilancia epidemiológica y la disminución de la inmunización contra estas enfermedades que son prevenibles con vacunas sería parte de las causas
«Las enfermedades inmunoprevenibles surgen, reemergen, cuando bajan las coberturas de vacunación, cuando la gente se deja de vacunar. Es lo que ha ocurrido lamentablemente durante los últimos años en Venezuela. Esto se profundizó durante la pandemia», explicó a Efe la infectólogo pediatra María Graciela López.
¿Existen jornadas de vacunación?
A través de distintas instituciones se realizó este martes 19 de octubre, una jornada de vacunación contra la fiebre amarilla en Venezuela, después de que la OMS informara sobre un brote de la enfermedad en el país.
En los puntos de inmunización de Caracas se garantiza la vacuna contra la fiebre amarilla a las 40 primeras personas que lleguen cada día.Se estima que se ofrecerán dosis mientras dure la campaña de vacunación, cuya fecha de finalización se desconoce.Los brotes que han reaparecido hasta el momento, han lograron contenerse, gracias al apoyo organismos internacionales, como la OPS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), de acuerdo a especialistas del ámbito epideomologico.
Desde el pasado viernes 15 de octubre, los viajeros y tripulaciones provenientes de Venezuela deben vacunarse contra la fiebre amarilla para entrar a República Dominicana.
De acuerdo a la Resolución 223-2021, emitida por la Presidencia de ese país de Centroamérica, se instruyó a los operadores aéreos nacionales y extranjeros cerciorarse de que los pasajeros procedentes de Venezuela presenten la tarjeta de vacunación contra la fiebre amarilla.
“La presente medida aplica también para todos los pasajeros provenientes de Venezuela que arriben a República Dominicana desde un tercer país, y para aquellos que hayan estado en Venezuela en los últimos 14 días o menos”, señaló el gobierno dominicano.
Se hace evidente que en el país es necesario crear campañas e incentivar los procesos de inmunización contra distintas enfermedades infecciosas que si no son previsibles a tiempo pueden llegar a ser mortales. También es primordial reforzar las políticas sanitarias, de modo que sean más eficientes y estén al servicio de toda la población para evitar escenarios lamentables y mitigar riesgos de propagación.
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