Andreína Vies.- En el balance ofrecido este miércoles por el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, se conoció que la explosión registrada en el Líbano ha dejado más de cien personas muertas, al menos 4.000 heridos, 300.000 damnificados y 100 desaparecidos, mientras, las pérdidas materiales se ubican en más de 5.000 millones de dólares, ya que la mitad de la ciudad sufrió daños.
El gobernador Abboud informó, “Estamos trabajando para proveer comida, agua y vivienda” para los afectados, al tiempo que habló sobre el recorrido realizado en la capital libanesa, donde asegura hay cuantiosos daños que serán evaluados de manera precisa por equipos de ingenieros.
Por su parte, el primer ministro libanés, Hasan Diab, mientras extendía información al presidente de la República, Michel Aoun, explicó que en el lugar del siniestro se encontraban 2.750 toneladas de nitrato de amonio sin ningún protocolo de seguridad, este compuesto químico se unió a otros factores que no han sido detectados causando el estallido de este 4 de agosto.
Desde este martes el Consejo Supremo de Defensa libanés decretó al Líbano como “zona catastrófica”, del mismo modo, el luto nacional se mantendrá vigente por dos semanas comenzando desde este 5 de agosto.
A la solidaridad con el Líbano se unieron Irán, Rusia, Grecia, República Checa, Francia, Alemania, Reino Unido y la UE en cooperación con Qatar, Canadá e Israel, quienes han enviado insumos médicos y personal de rescate.
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Ante esta tragedia el Ministro de Salud, Hamad Hassan, envió un mensaje donde indica que el Líbano “Requiere que todos participen positivamente, los políticos, los partidos políticos, las autoridades y todos los países amigos y hermanos porque sufrimos una escasez en la cantidad de camas y la falta de equipos para ayudar a las personas heridas y que se encuentran en condiciones críticas”.
El sistema de salud se encuentra colapsado debido a los casos de Covid-19 que se ubican en 5.271 y las personas heridas producto de la explosión en el puerto de Beirut.
