Saber qué pasos debemos dar para tener una óptima salud pasa por también saber qué debemos comer para mantener una alimentación balanceada. Hay que concentrarse en conocer qué es lo que engorda, cómo se cocinan las cosas, cuál es la cantidad recomendada de consumo y cuáles son los aportes energéticos de los alimentos para el cuerpo.
María Eugenia Baptista Zacarías explica, a través de su portal oficial, que el secreto para alimentarse sanamente está en conocer la propia constitución y la condición física. Dice la experta que es importante recordar que cada persona es un individuo y por lo tanto una dieta se debe adaptar a las necesidades personales de cada quien, siempre tomando en cuenta factores como la edad y las condiciones físicas del cuerpo.
Aparte de lo físico (estructura ósea, color de ojos y cabello, altura, etcétera), también se debe estar atento con la condición del temperamento, el estado de ánimo, la temperatura corporal y las rutinas diarias. ¿La razón? ¡Porque los estilos de vida también influyen en la forma como debemos alimentarnos!
Luego de conocer el cuerpo propio es preciso definir las metas que se quieren lograr con la alimentación. La comida perfecta es aquella que se elabora con conocimiento previo de lo que se quiere conquistar con ella: aumentar de peso, disminuir de masa corporal, o simplemente comer. Las preguntas básicas que se deben realizar son: ¿Qué deseo conseguir cambiando mi alimentación? ¿Qué cambiará en mi vida si tengo más energía, más salud y menos peso?
¿Cuál sería el tercer paso? Responder lo siguiente: ¿En quién te tienes que convertir para seguir una alimentación perfecta? El estado mental, la convicción personal, ayuda a lograr los objetivos de alimentación. La desconfianza tiende a hacer que se escojan alimentos buenos, pero poco saludables.
Según Baptista Zacarías, los desórdenes alimenticios surgen cuando las personas sufren de algún período de inestabilidad emocional. Lo primordial es modificar la actitud. Si se cambia la alimentación, pero no se modifica la actitud de pensamientos, esto ocasionará a caer nuevamente en un proceso de consumo de alimentos inadecuados.
