El agente de jugadores como Josef Martínez o Yeferson Soteldo es hoy reconocido como un pionero en su campo debido a una metodología que pondera los valores y la integridad personal de sus representados
Nelson Gimón.- El agente FIFA venezolano Sebastián Cano Caporales goza de una respetada credibilidad en el ámbito del fútbol nacional, la cual se ha ganado a pulso gracias a una larga trayectoria que, desde un principio, ha ido en franco ascenso. Ahora, ¿cómo empezó todo? En una cancha, con carencias, difíciles decisiones, y mucha convicción.
Cano fue un muy bien delantero en sus tiempos de juvenil, tanto que llegó hasta el Danubio de Uruguay. Sin embargo, el carabobeño no tuvo un agente que le ayudara a la hora de manejarse como jugador sin minutos, y esa falta de apoyo moral de un profesional le llevó a tomar la decisión de regresar a Venezuela.
Acá sí que destacó con el Centro Ítalo de Valencia, y gran parte de ese logro corresponde a su padre, quien, si bien no era agente, cumplió a cabalidad las veces de formador de carácter: Sebastián pasó de ser un adolescente desenfrenado a un joven de estilo más avanzado, responsable y centrado, aprendiendo el valor del ahorro y de los estudios en el ínterin.
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La incepción de una gran carrera
Luego de los rectángulos, Cano arrancó una etapa mediática (al lado de personajes como Carlos Alberto Muñoz o Humberto Turinesse) que le llevó a ganar elogios y a preparar su camino de regreso a las canchas, aunque en otro rol. ¿Cuál? La de representar jugadores; una profesión naciente que poseía un gran potencial que fue identificado de inmediato por él.
Lo que hizo entonces fue ir guardando el 50% de su dinero para, en un futuro, invertirlo en este emprendimiento por el cual pasaba a apostar, no con mente recaudadora por cierto, sino con la intención de tener un impacto positivo. Esto último, debido a los valores que le enseñó su padre.
Su primera inversión fue un Luis Manuel Seijas de 13 años, y luego un Josef Martínez de 8 (y eso hace 20 años). Con ambos formó un vínculo más de amistad que otra cosa, con el denominador común del fútbol y las carreras de estos muchachos. ¿El resultado? ¡Éxito rotundo! No de la noche a la mañana, sino con esfuerzo.
Esas primeras experiencias desembocaron en decenas de otras más, siempre enfocadas en atender al jugador como persona antes que nada, formándolo de manera integral, y luego moldeando su vida como futbolistas y sus futuros.
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Nombres propios
En términos futbolísticos, se puede decir que el palmarés del Sebastián Cano representante incluye unas 25 carreras internacionales, decenas de consolidaciones locales, y la construcción de lo que hoy es una fuerza en sí misma llamada Secasports (tanto una escuela de fútbol con miles de talentos jóvenes esperando su turno de triunfar, como una agencia con un gran equipo de profesionales que comparten una filosofía única).
Analizando los numerosos casos de éxitos de Cano, vale resaltar lo hecho por Josef Martínez en la MLS de Estados Unidos y Yeferson Soteldo en el Santos de Brasil: el primero triunfa porque fue enseñado desde chico a darle valor a las cosas que realmente lo merecen, y el segundo porque fue ayudado a madurar y pisar tierra cuando más lo necesitaba.
Todo ello es obra de Cano y su fuerte convicción en el trabajo como cultura mayor. ¿Arrepentimientos? Ninguno por su parte (más allá de aquella decisión de abandonar Uruguay), aunque sí metas por cumplir: El agente quiere ver a un vinotinto triunfar en un equipo grande de Europa, y, como todos, desea que Venezuela vaya finalmente a un Mundial.
(Con información de LaTeleTuya y Agencia Secasports)
