La escalada de violencia en Birmania ha dejado 19 muertos y más de 2 mil personas se han desplazado de sus hogares huyendo de los constantes enfrentamientos entre fuerzas del Gobierno birmano y grupos insurgentes, la información fue difundida por las autoridades del país.
Los birmanos que se salieron de sus hogares se han refugiados en un monasterio ubicado en la ciudad de Shan, todos dependen de las organizaciones humanitarias y del estado para mantenerse.
Ante esta situación el director del Departamento para la Gestión de Desastres en el estado de Shan, Soe Naing, ofreció detalles a la agencia de noticias Reuters sobre los procedimientos de ayudas para los refugiados, indicando que han estado “entregando materiales básicos de rescate, así como dinero en efectivo, a los desplazados, a los heridos y también a los familiares de los fallecidos”.
Estos nuevos atentados hacia la paz de los pobladores representa un obstáculo a las gestiones de cese a la violencia que ha prometido “la líder ‘de facto’ del Gobierno, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi”.
