Angélica Álvarez.- Miles de familias fueron acusadas de haber estafado al sistema de asistencia social público, lo que llevó al gobierno de Países Bajos, liderado por el primer ministro Mark Rutte, a renunciar.
«Estas familias, muchas de origen inmigrante, fueron obligadas a devolver el dinero recibido y cientos se vieron sumidos en serias dificultades financieras, perdiendo sus hogares y sus trabajos».
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Los denunciados quedaron indefensos, así lo señala el Parlamento, luego de haber sufrido una «injusticia sin precedentes», estas personas fueron criminalizadas.
Dicha situación ha generado que el gobierno mantenga funciones interinas, con el fin de abordar la pandemia hasta que sea el momento de las elecciones parlamentarias en marzo, sin embargo, el ministro de Economía, Eric Wiebes, dimitió de forma inmediata, debido al escándalo que generó en la estafa de las familias.
«Cuando se le preguntó si la renuncia del gabinete era meramente simbólica, Rutte insistió en que no lo era, a pesar de que hay nuevas elecciones en marzo».
