Foto/ Agencias
De acuerdo con testimonios de la mujer, ella asegura que cedió a hacerse el tatuaje por temor a no perderlo en su relación.
«Un día estaba teniendo una conversación con mi exnovio y me dijo ‘deberías tatuarte la cara’», contó la joven mujer, según la publicación de La Vanguardia, en una de sus publicaciones.
Zebrasky aseguró que al principio se negó a tatuarse su rostro, pero en poco tiempo cambió de opinión ante la insistencia del hombre y el miedo porque la abandonara.
«Él escogió el diseño del tatuaje. Era una calavera de azúcar del Día de los Muertos, que cubre toda mi cara. Supongo que quería que coincidiéramos», dijo la estadounidense.
Ella cree que el tatuaje que le sugirió su expareja era para que ningún otro hombre la deseara, y así tener siempre control sobre su vida.
Además, asegura que cree que el tatuaje que le sugirió su expareja era para que ningún otro hombre la deseara, y así tener siempre control sobre su vida.
