Angélica Álvarez.- Durante casi medio siglo la empresa Disney cuenta con una condición especial de gobierno propio que le entregó el mandatario de EE. UU. sobre dicho territorio, el cual cuenta con un espacio de 100 kilómetros cuadrados, en dicha zona el negocio de entretenimiento cuentan con poderes que tendría cualquier condado de Florida.
La compañía decide cuánto se cobra de impuestos, cómo son invertidos y se encargan de la seguridad del lugar, además brindan servicios públicos básicos, esa área se conoce como The Reedy Creek Improvement District (RCID) o «distrito de impuestos especiales».
Recientemente, una medida aprobada en Florida conocida como ‘No digas gay‘ y el rechazo de Disney frente a esta normativa ha generado que el estatus especial de la empresa se vea amenazado, sobre todo por la postura radical del gobernador republicano Ron DeSantis.
¿De qué trata la ley »Don’t Say Gay» rechazada por Disney?
La ley «Don’t Say Gay» (‘No digas gay) prohíbe «hablar sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas primarias del estado» y los representantes podrían demandar a los educadores que violen dicha medida.
Esta normativa fue propuesta por los republicanos y firmada por DeSantis hace un mes, mientras los empleados de Disney protestaron en contra de ella.
«Nuestros empleados ven el poder de esta gran compañía como una oportunidad para hacer el bien. Yo estoy de acuerdo», dijo el CEO de Disney, Bob Chapek.
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