Adriana Celedón.- El pasado 19 de octubre la actriz Jennifer Lawrence celebró su boda en la mansión Belcourt, con un sinfín de historias de misterios, fantasmas y leyendas, junto a quien sería su esposo, el galerista Cooke Maroney.
La mansión, al mejor estilo versallesco, está situada en Newport (Rhode Island), una zona en la que los siglos XVIII y XIX se puso muy de moda durante el verano entre familias adineradas de la costa este de Estados Unidos.
Fue diseñada en 1894 por el renombrado arquitecto estadounidense Richard Morris Hun (el hombre detrás del pedestal de la Estatua de la Libertad), encargado por Oliver Hazard Perry Belmont y decorada por su segunda mujer Alva Vanderbilt. Pero en 1956, cuando la ciudad había pasado de moda y las casas construidas allí se consideraban demasiado grandes para vivir, se vendió a la familia Tinney por 210.000 euros, la mansión media más de 3.700 metros cuadrados
Tras algunos años, la mansión acabó cayendo en el olvido, fue declarada en ruinas y se comenzó a crear su leyenda de casa encantada.
En 2012 fue adquirida por Carolyn Rafaelian, fundadora y directora de la marca de joyas Alex and Ani y nativa de Rhode Island, por 3,2 millones de euros. Invirtió cerca de 900.000 euros en su restauración, que duró varios años, y decidió cambiar su nombre de “Castillo de Belcourt” por el de «Belcourt of Newport».
Con información de msn.com
