Nikki Haley, representante de Estados Unidos ante la ONU, ha anunciado que su país decidió retirarse del Pacto Mundial de la Organización de Naciones Unidas sobre protección de migrantes y refugiados. “Estados Unidos está orgulloso de su herencia migratoria y de nuestro duradero liderazgo moral al dar apoyo a los migrantes y a los refugiados en todo el mundo… Pero nuestras decisiones en política migratoria deben ser tomadas siempre por estadounidenses y solo por estadounidenses”, dijo la funcionaria a través de un mensaje publicado en Twitter.
Estados Unidos se unió a este pacto internacional en 2016 bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama, quien firmó la Declaración de Nueva York sobre migración. Ahora, el actual mandatario Donald Trump ha considerado que muchos puntos de este documento son contrarios a las políticas sobre migración y refugiados de la nación americana. En tal sentido, el mandatario de decidió retirarse de un acuerdo con el que se aspiraba a alcanzar un consenso unánime en el organismo internacional el próximo año.
El Presidente Trump, desde que está en la Casa Blanca, ha marcado en rojo el tema del control fronterizo en su agenda política, y hasta en tres ocasiones ha intentado implementar un veto migratorio.
Que Estados Unidos se retire de un acuerdo internacional no es algo nuevo en la administración que actualmente ocupa la presidencia de esa nación. Antes, en octubre, el gobierno de ese país decidió que se retiraba de la Unesco por considerarla una organización anti-israelí. En junio, por cierto, Trump también informó el retiro del acuerdo de París al que llegaron 195 países en 2015.
