Andreína Vies.- Tras la muerte de 81 personas durante las protestas desatadas durante los últimos días en Etiopía, para clamar justicia por el asesinato del cantante Hachalu Hundessa, de etnia oromo, el primer ministro del país, Abiy Ahmed, llamó este jueves a la calma.
Las movilizaciones iniciaron el pasado martes 30 de junio, cuyo centro fue la región de Oromía. Hachalu Hundessa era considerado como un activista de los derechos humanos y defensor de su etnia, quienes han decidido tomar distintas zonas del país para reclamar por el hecho.
El balance sobre el deceso de los 81 ciudadanos, siete de ellos en la capital etíope fue ofrecido este miércoles por el jefe de la Policía regional, Ararsa Merdasa.
Se conoció a través de los medios locales que el Estado desplegó sus cuerpos de seguridad para neutralizar las revueltas en la capital Adís Abeba y que el servicio de Internet ha sido cortado desde el 29 de junio.
El primer ministro Abiy expresó, ha sido “un crimen atroz” y que posiblemente se trate de “personas que no están contentas con los cambios actuales en el país”, sentenció que esta acción no solo buscaba terminar con la vida de Hundessa, “sino matar a Etiopía”.
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Este jueves se realizó el funeral del cantante en medio de un despliegue de seguridad, por su parte, el presidente de Oromía, Shimelis Abdissa, informó que realizarán una estatua en su honor.
