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Estados Unidos fue el país pionero en esta tendencia y ya la moda se ha extendido hasta Singapur, donde las autoridades han comenzado a hacer un llamado a la atención de las personas que tienen la inclinación por tatuarse los ojos, una moda que podría ocasionar la ceguera, así como daños irreversibles en el órgano de la visión.
Luna Cobra, un maestro del tatuaje y de las modificaciones corporales, fue el primero en experimentar con esta técnica y el tatuador Chester Lee ha sido uno de los tantos que se ha puesto al día con esta moda, tiñendo de negro la esclerótica de sus ojos y adquiriendo una apariencia que a muchos les puede parecer siniestra.
La intervención dura sólo minutos, pues se trata de inyectar la tinta en la esclerótica del ojo, pero la recuperación puede tardar de dos a tres semanas. Los síntomas van desde la hinchazón de los ojos hasta un constante lagrimeo, sin mencionar que las complicaciones podría acarrear infecciones muy graves, así como la pérdida de la visión.
Donald Tran, profesor del Centro Nacional de Ojos de la nación asiática, ha corrido la voz advirtiendo a los jóvenes que desean sumarse a este estilo, inspirado en los personajes de la película Dune e impuesto en el 2007 por Cobra. Desde hace muchos años, las modificaciones corporales han avanzado tanto, que muchas personas son capaces de hacerse intervenciones estéticas sorprendentes, sólo por parecer una criatura sacada de un libro de ciencia ficción o de un relato fantástico.
