Venezuela está sometida a un cronograma de cuatro horas diarias o más de racionamiento del servicio eléctrico. La crisis eléctrica se debe a una mala planificación según Fedecámaras, el principal gremio empresarial del sector privado.
Fedecámaras pide a Corpoelec, la Corporación Eléctrica Nacional, soluciones para la crisis eléctrica ante la necesidad de que el país siga produciendo en medio de la peor crisis económica de su historia.
Comercios, industrias y fábricas no escapan a los efectos del racionamiento eléctrico. Muchos de estos establecimientos sólo están trabajando medio día, ante la imposibilidad de sostener sus procesos productivos o de darle la debida atención a los clientes.
Voceros de Fedecámaras advierten que los apagones podrían contribuir con un mayor descenso en los niveles del producto interno bruto. A ello se suma una inflación galopante, que amenaza con convertirse en una hiperinflación ante la variación constante de los precios de numerosos productos y servicios.
Empresarios agrupados en Corpoelec no creen que la causa de los apagones sea el bajo nivel de las aguas de la represa del Guri, principal fuente de energía eléctrica en Venezuela. Los empleados de la Corporación Eléctrica Nacional han salido a protestar a las calles como consecuencia del mal estado del sistema eléctrico nacional.
