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Brasil reeligió a su presidenta hace casi un año, sin embargo, se encuentra sumida en protestas, debido a las denuncias de corrupción relacionadas con Petrobras. Dilma Rousseff afronta la crisis de su gobierno y dice que seguirá actuando apegada a la Constitución y las leyes.
Dilma Rousseff está dispuesta a escuchar críticas siempre que se pronuncien en el marco del sistema democrático actual, con respeto y ponderación. A la clase política le pidió hacer una oposición de altura y propiciar los cambios en diversos cargos de representación popular únicamente por la vía del voto.
Lula Da Silva, ex presidente de Brasil y mentor político de Dilma Rousseff, rompió el silencio que venía guardando desde hace meses para defender la gestión actual. La mandataria ha dicho que el combate a la corrupción es frontal y que los culpables pagarán por sus delitos.
Investigaciones han puesto en evidencia una trama de corrupción en Petrobras que involucra a la tolda gobernante, el Partido de los Trabajadores, desde el gobierno de Lula Da Silva. Algunos brasileños han salido a las calles de las principales ciudades para pedirle la renuncia a Dilma Rousseff, quien ha dicho que seguirá hasta el final de su mandato.