Iralva Moreno.– Hace 75 años se firmó el Acta de Rendición de Japón que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, tras el lanzamiento por Estados Unidos de las bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki y la declaración de guerra por parte de la Unión Soviética (URSS) a principios de agosto de 1945.
Es así como en horas de la mañana de un 2 de septiembre de 1945 fue firmado el documento por representantes japoneses y por el general comandante de las Fuerzas Aliadas en el Pacífico, Douglas MacArthur, poniendo final, de forma definitiva a la guerra, pues meses antes Alemania e Italia se habían rendido.
«La situación de la guerra se ha desarrollado no necesariamente en favor de Japón y las tendencias generales del mundo se han revertido en contra de los intereses del Imperio. Por otro lado, el enemigo ha comenzado a emplear una bomba nueva y muy cruel, cuyo poder para hacer daño es, en efecto, incalculable, inmolando a un enorme número de vidas inocentes«, es parte del fragmento de la declaración del Emperador Hirohito.
Asimismo, en la declaración planteó que si las fuerzas japonesas continuaban combatiendo en aquellas circunstancias «no sólo resultaría en el desplome definitivo y aniquilación de la nación japonesa, sino que conduciría a la extinción total de la civilización humana«.
Historiadores en la actualidad aún debaten sobre este hecho histórico, especialmente por la controversia que generó las bombas atómicas que lanzó Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki, debido a la pérdidas humanas y si esto influyó realmente en la rendición de los japoneses.
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