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El tribunal de Río de Janeiro ordenó la liberación de Érika Souza, sobrina de Paulo Roberto Braga, el anciano que fue llevado a un banco ya muerto para retirar un préstamo.
La mujer Estaba detenida en el Complejo Gericinó, en Bangu, en la Zona Oeste de Río. Su liberación se produjo después de que el Ministerio Público presentó una denuncia contra Érika, por los delitos de tentativa de peculado y difamación de cadáver.
Según la información recabada, la decisión fue tomada por la jueza Luciana Mocco, del 2º Juzgado Penal quien aceptó la petición de la defensa, de responder al caso en libertad.
Los abogados defensores de la mujer, argumentaron que la prisión sería una “medida extrema”, ya que Érika es la principal acusada, además argumentaron que tiene residencia permanente y por último que la mujer padece problemas de salud mental.
Ante estos alegatos, la jueza señaló, que la repercusión del caso no es motivo para mantener a Érika en prisión y determinó condiciones para su libertad:
La jueza determinó que la mujer deberá cumplir comparecencia mensual; deberá notificar con previo aviso de cualquier cambio de dirección, aviso en el caso de necesidad de hospitalización para tratamiento de salud mental y, finalmente, la prohibición de ausentarse del Distrito por un período mayor a siete días.
