MUD, la Mesa de la Unidad Democrática, ha aceptado reunirse con el gobierno del presidente Nicolás Maduro por petición del Vaticano y particularmente del Papa Francisco, quien desea la paz en Venezuela y la superación de la crisis en el orden político, económico y social. Carlos Ocariz, alcalde del municipio Sucre, defiende la mesa de diálogo pues con ella se evita un derramamiento de sangre en nuestro país.
Voceros de la MUD se han contradicho públicamente en varias oportunidades en cuanto a los resultados de las negociaciones con el Ejecutivo nacional. El diálogo con el gobierno es pertinente según Carlos Ocariz, pues ello conllevará a la liberación de presos políticos, al restablecimiento de las garantías constitucionales y, posiblemente, a un referendo revocatorio presidencial en el 2016 o 2017.
Ocariz ha sido fuertemente criticado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, sin embargo afirma que no se levantará de la mesa de diálogo hasta tanto hayan resultados más tangibles, como la convocatoria al referendo revocatorio presidencial o a elecciones generales adelantadas.
Representantes de la oposición insisten en la necesidad de que el diálogo conduzca a una salida electoral, pues el pueblo quiere expresarse por los canales democráticos para encontrarle una salida a la crisis del país de una vez por todas. Ocariz señala que es necesaria la apertura de un canal humanitario para que al país lleguen medicamentos e insumos médicos que muchos países están dispuestos a donar en virtud de la situación actual en materia de salud pública.
Manifestaciones de calle podrían ser convocadas en los próximos días por la Mesa de la Unidad Democrática, en paralelo a la mesa de diálogo, para presionar al gobierno a que ceda ante las peticiones de la oposición. Ocariz considera que la presión internacional debe continuar, pues muchos países consideran que en Venezuela se ha roto el hilo democrático.
Voluntad Popular es el único partido de la oposición dentro de la Mesa de la Unidad Democrática que se opone al diálogo planteado con el gobierno. Ocariz considera que esta es una postura irresponsable.