La francesa Cassandre Beaugrand se adjudicó el miércoles el triatlón femenino de los Juegos Olímpicos de París, después de nadar en un río Sena que hasta último momento estuvo cuestionado por la calidad del agua.
No fue el único obstáculo para las competidoras. También debieron recorrer un pavimento resbaladizo por la lluvia al amanecer que provocó varias caídas durante el tramo de ciclismo.
Beaugrand completó la carrera a lo alto del puente de Alexandre III y se desplomó por el cansancio y la euforia. Lo hizo justo encima del logo de “París 2024”, llevándose los aplausos del público local.
Registró un tiempo de 1 hora, 54 minutos y 55 segundos, con lo que superó por seis segundos a la suiza Julie Derron. La británica Beth Potter obtuvo la medalla de bronce.
“Ha sido algo mágico”, indicó Beaugrand. “Ha sido la mejor ruta que me ha tocado en muchísimo tiempo, y creo que todas las demás sienten lo mismo. Lograr esto frente a nuestra gente es algo que se debía hacer, y realmente no me lo puedo creer”.
En la competición de hombres, que comenzó menos de una hora después de la finalización de las mujeres, el británico Alex Yee aventajó por seis segundos al neozelandés Hayden Wilde para llevarse el oro. Leo Bergere le dio otra medalla al colgarse el bronce.
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La carrera de hombres debió realizarse en principio el martes, pero se aplazó debido a los altos niveles de bacteria fecal en el agua. Los organizadores aseguraron a primera hora del miércoles que los más recientes análisis mostraron que se cumplían los estándares de calidad.
Una pertinaz llovizna amainó antes que las triatletas se zambulleron al agua. Comenzaron el recorrido cerca del puente Alejandro III, que cruza el río. Muchas mojaron sus gafas de natación en el río antes de ponérselas y lanzarse con la torre Eiffel de fondo.
La decisión de seguir adelante con el tramo de natación en las pruebas de triatlón es un triunfo para la ciudad, los organizadores y atletas.
Las autoridades emprendieron un ambicioso plan, que incluyó un proyecto de mejora de la infraestructura de 1.400 millones de euros (1.500 millones de dólares) para limpiar el contaminado río, y han insistido en que la parte de la natación de la competencia y las pruebas de natación en aguas abiertas podrían celebrarse de forma segura en el río.
No pudieron contener su entusiasmo luego que la apuesta de montar una competición olímpico en un río tóximo había salido bien.
“Es mágico”, dijo el director del comité organizador de los Juegos, Tony Estanguet, a la televisión francesa. “Es un legado importante para los parisinos poder nadar desde el año próximo en el Sena”
AP