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Treinta y cinco mujeres, de las cuarenta víctimas conocidas del comediante, protagonizan la más reciente portada del New York Magazine, medio que se ha dado a la tarea de contar los atroces casos de violación en los que se ha visto involucrado Bill Cosby, un hombre que comienza a ver anticipadamente el ocaso de su carrera.
La filtración de las declaraciones de Bill Cosby en un caso de abuso sexual que pudo resolver mediante el soborno han sido una de las principales pruebas para comprobar que en efecto el comediante ha estado involucrado en estos escándalos desde hace muchos años, y que las víctimas que ahora claman por justicia no lo hacen solo por obtener un poco de fama y dinero.
Bill Cosby confesó que usaba un sedante popular en la década de los setenta para marear a sus víctimas, aturdirlas y abusar de ellas. Cada una de las mujeres entrevistadas por New York Magazine dio declaraciones por separado, sin siquiera conocerse, y las coincidencias entre los casos son realmente sorprendentes.
Algunas de las víctimas de Cosby, como Leary Steuer, quisieron prestar declaraciones usando un seudónimo, pero luego, las mujeres cobraron valentía y decidieron dar sus datos reales, impidiendo de ese modo que el comediante continuara escudándose bajo el débil argumento de que sus acusaciones son falsas.
