Poco a poco, y gracias a sus economías crecientes, Latinoamérica se ha convertido en una región con gran potencial para el emprendimiento y la inversión extranjera. Así lo afirma el Grupo Financiero B.O.D., el cual es presidido por Víctor Vargas Irausquín, en una reciente publicación de su blog, destacando el caso de la ciudad colombiana de Medellín.
Y es que ese caso es muy particular porque se trata de una ciudad que ha llevado al emprendimiento social a nuevos límites y nuevas formas a través del incentivo a la integración con proyectos culturales con los que sus creadores no han hecho más que buscar la innovación y la consolidación de su mercado con propuestas sólidas.
La consecuencia directa ha sido que Medellín ha pasado de ser una ciudad industrial a una competitiva, universalizada y transformada radicalmente en su aspecto urbano. ¿Cómo se ha logrado? Lo dicho, gracias al impulso que han recibido los emprendedores sociales locales por parte de todos, desde la Alcaldía de Medellín hasta empresas públicas y privadas.
Eso se traduce en que los jóvenes que quieren dar sus primeros pasos en el mundo del emprendimiento cuentan con la total confianza, la orientación y el apoyo de entes con más experiencia. Al final, todos ganan, en especial aquellos que, con ambición y persistencia, buscan aportar su granito de arena en la construcción de soluciones factibles a las problemáticas culturales, económicas y sociales de la parte menos favorecida de la urbe.
En ese ímpetu por lo realmente nuevo y bueno es en lo que más coincide el Grupo Financiero B.O.D. con la visión de los ejemplificantes emprendedores de Medellín… en eso, y en el hecho de ser, cada quien a su manera, agentes de cambio con valores sociales a favor de causas tan diversas como la medioambiental, por ejemplo, una a la cual los jóvenes (y todos en realidad) han hecho prioridad a través del emprendimiento sustentable.
