DAT.- Cuidar adecuadamente nuestras palas de pádel es esencial para asegurar un rendimiento óptimo cuando entrenamos o competimos. Siguiendo unos sencillos consejos, y especialmente dejando atrás algunas manías, podremos mantenerlas en perfectas condiciones y evitar desgastes prematuros.
Explica Luis Alejandro Sampayo Cabada que generalmente la vida útil de una pala de pádel a un nivel amateur es de algo más de un año, aunque depende de la cantidad de partidos que disputemos a lo largo de las semanas. Sin embargo, no es difícil prolongar la longevidad y mantener unas prestaciones similares a las que nos encontramos nada más adquirirla.
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Tips para cuidar tu pala de pádel y alargar su vida útil
Evita exponerla a temperaturas extremas
Este aspecto perjudica especialmente a la goma del núcleo, que si experimenta cambios bruscos de temperatura puede variar su forma de modo que sus prestaciones sobre el 20×10 caigan en picado. Es un consejo a tener en cuenta especialmente en épocas como verano o invierno en zonas del interior en las que suele ser común llegar a temperaturas extremas.
Recomendamos que, una vez termine el partido o entrenamiento, guardemos inmediatamente la pala en nuestra funda, mochila o paletero para resguardar los materiales que la componen.
Hay que evitar por todos los medios que, en épocas donde haga mucho calor, la pala esté en contacto directo con el sol durante largos periodos de tiempo. Lo mismo cuando las temperaturas son notablemente bajas: la pala nunca debe exponerse a la intemperie sin protección.
Cambia el overgrip con regularidad
El agarre de la pala es clave no solo para mejorar el rendimiento de los tiros, sino también para evitar que el mango se nos resbale de la mano, ocasionando así golpes contra la superficie, la verja, los cristales o nuestro propio cuerpo.
No sería la primera vez que una pala termina «volando» por culpa de un overgrip desgastado. En este sentido, recomendamos a los jugadores habituales que cambien de overgrip cada tres o cuatro partidos, mientras que los padeleros más amateur pueden hacerlo una vez al mes.
Evita mojar la superficie de la pala
Esta situación es más común de lo que parece, especialmente cuando jugamos en pistas exteriores. Si empieza a llover, no te pedimos que pares el partido en medio del punto de oro de un juego decisivo, pero sí que cuando acudas al banquillo seques lo antes posible la superficie con un papel o toalla.
Lo mismo ocurre cuando limpiamos la pala con algún paño humedecido. Es importante secarla inmediatamente, ya que de lo contrario la goma se humedecerá y notaremos que pierde respuesta y salida con el paso de los partidos.
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Utiliza un protector para el marco
Uno de los consejos más fáciles de seguir y más útiles. Un buen protector evita que los golpes con la superficie, la malla o los cristales se conviertan en pequeñas fisuras en el marco que a la postre van a hacer que tu pala sea inservible.
Las marcas han generado diseños y tecnologías que no solo se adaptan a los diferentes marcos de las palas, sino que también proporcionan la protección adecuada sin cambiar excesivamente el peso y el balance de las mismas.
Evita golpear la pala de forma innecesaria
En ocasiones es difícil controlar la frustración tras perder un punto o cometer un error no forzado grosero, pero si lo pagas con tu pala, te acabarás arrepintiendo. Los típicos golpes que nos damos en las zapatillas, las piernas o incluso los cristales son el principio del fin para nuestra arma.
No podemos dejar de recordar que cada pala tiene una vida útil que viene determinada principalmente por la cantidad de impactos que soportan en el marco y en la superficie, por lo que si a eso le sumamos golpes más fuertes que no están relacionados con el juego, la combinación termina por ser desastrosa.
Aunque a simple vista parezca que todo está bien, no hay duda de que la vida útil de la pala se acorta considerablemente cuando nos golpeemos con ella.
No levantes la bola desde el suelo golpeándola con la superficie
Es una de las acciones que más vemos sobre el 20×10 y de las más perjudiciales. La presión que ejerce ese impacto en el que la superficie de la pala se ve presionada por la bola y el suelo de la pista es muy dañina y a largo plazo se nota.
Gran parte de las marcas más reconocidas del mundo incluyen en las etiquetas de sus palas que se evite a toda costa realizar esta acción porque tanto el carbono de las caras como la goma del interior reciben una presión excesiva que posteriormente deriva en deformaciones y un rendimiento mucho peor en la pista.
(Con información de Luis Alejandro Sampayo Cabada)
Por dateando.com