Andreína Vies.- Bajo una ceremonia marcada por cantos, oraciones, versículos y veneración los venezolanos fueron testigos de la beatificación del milagroso doctor José Gregorio Hernández, quien ha sido una figura respetada e importante para los fieles creyentes y para quienes claman por la sanación propia y del prójimo.
Tal como se había anunciado, el monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico de Venezuela, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, y el arzobispo emérito Jorge Urosa Savino fueron piezas fundamentales durante la ceremonia que duró casi tres horas.
En las instalaciones de la iglesia del colegio La Salle reinó el ambiente de fe y esperanza, los protocolos de bioseguridad también fueron implementados en las personas, siervas y figuras de las diócesis y arquidiócesis que asistieron a la santa misa.
La niña Yaxury Solórzano recorrió la iglesia La Salle llevando entre sus manos un relicario donde se encuentra una pequeña parte de los huesos del nuevo beato venezolano.
Los representantes de la Iglesia Católica elevaron sus plegarias en favor de todas las personas que requieren la sanación y en que la vacunación sea adquirida sin ningún obstáculo.
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Mientras se desarrollaba el acto en honor al siervo de Dios muchos devotos se congregaron a las afueras de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde celebraron el título otorgado al llamado “médico de los pobres”.
