Las autoridades estadounidenses elevaron a 16 el número de víctimas mortales en el sur de Texas causadas por las inundaciones y lluvias que dejó el paso del huracán Harvey y reconocieron que probablemente la cifra seguirá aumentado.
Según los datos recopilados por el diario Houston Chronicle, ocho personas fallecieron en el condado de Harris, que engloba a la ciudad de Houston, la más afectada por las lluvias y las inundaciones. Entre ellas están seis miembros de una familia hispana que fue arrastrada en su carro por una corriente de agua cuando trataban de salir de la ciudad, y un agente de la policía local, identificado como Steve Pérez, quien falleció en la madrugada del domingo ahogado en su vehículo cuando trataba de llegar al trabajo.

Las autoridades del condado de Galveston, en la costa del Golfo de México, han confirmado seis muertes relacionadas con el paso del huracán Harvey, que tocó tierra el pasado viernes. Finalmente, en el condado de Montgomery, al norte de Houston, se han contabilizado hasta el momento dos muertes vinculadas a las «catastróficas» lluvias e inundaciones.
Houston, que entre la ciudad y el área metropolitana suma 6,5 millones de personas, sigue sufriendo las constantes lluvias y las autoridades han informado de miles de desplazados. El agua cae con tal fuerza que los embalses de Barker y Addicks, cercanos a la ciudad, se han desbordado y forzado más evacuaciones.
El presidente estadounidense, Donald Trump, viajó este martes al sur de Texas para evaluar los destrozos causados por el ciclón Harvey, del que dijo que ha alcanzado «proporciones épicas». «Es histórico, pero les digo que esto ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa», sostuvo.

Aunque ya se ha convertido en tormenta tropical, Harvey fue el huracán más potente en llegar a Estados Unidos desde 2005, cuando el Katrina asoló Nueva Orleans, y a Texas desde 1961.