Vladimir Putin y Nicolás Maduro tienen una asociación estratégica especialmente en el tema de la energía. Rusia se encargará de la venta de petróleo de Venezuela, a través de la petrolera Rosneft.
Rosneft ayudará al gobierno del presidente Nicolás Maduro en medio de la depreciación del precio del crudo en los mercados internacionales, y aprovechando que Venezuela está incrementando de manera progresiva sus niveles de producción según el ministro del poder popular para la energía y petróleo y presidente de PDVSA, Eulogio Del Pino.
Fuentes del Kremlin indican que Rosneft quiere el petróleo venezolano para colocarlo en la refinería Essar Oil, ubicada en la India. El proyecto se concretará en caso de que Rosneft pueda hacerse con casi la mitad de las acciones de estas instalaciones petroleras.
Voceros de PDVSA indican que acuerdo entre la empresa nacional y Rosneft contemplaría la venta de unos 200.000 barriles de crudo por día a Essar Oil, en momentos en que la producción nacional roza los 2,5 millones de barriles por día. El crudo llegaría a la planta Vadinar, a fin de convertirlo en varios productos derivados, como gasolina.
Fuentes de Essar Oil se manifestaron optimistas en relación con la posibilidad de cerrar este acuerdo de manera satisfactoria. L. K. Gupta afirmó que las negociaciones se encuentran marchando a buen ritmo, por lo que las buenas noticias podrían concretarse antes que culmine el año en curso.
Rosneft es una aliada de PDVSA en suelo venezolano. La petrolera rusa desarrolla varios campos y está involucrada en proyectos de exploración y producción.
Irán teme que este acuerdo con PDVSA vaya en contra de sus intereses en materia energética, tomando en cuenta que recientemente se levantaron las sanciones económicas en su contra a raíz del programa nuclear de Teherán. Venezuela no quiere conflictos con ese país por tratarse de un aliado del presidente Nicolás Maduro.
