Nelson Gimón.- La actual pandemia del COVID-19 afecta a muchos espectros de la civilización, especialmente a la economía. En este nicho en particular, un elemento que está verdaderamente en tiempos sombríos es el laboral. ¿La razón? Millones de personas están en paro, y muchas han perdido sus empleos a causa de la inactividad comercial y el consecuente cierre/quiebre de empresas.
Ahora bien, no todo está perdido en este aspecto. De hecho, en medio de la gran incertidumbre están saliendo oportunidades y alternativas para todo aquel que quiera conseguir un empleo.
Y ¿cuáles son esas oportunidades y alternativas que están floreciendo en plena época de pandemia? Veamos…
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La clave: Reinvención
El medio británico BBC realizó un especial respecto al tema laboral durante y después del coronavirus, y allí concluyó que lo que verdaderamente hay que preguntarse no es cómo buscar trabajo en la cuarentena (o después), sino en qué. Eso, porque hay varios sectores que están saliendo reforzados con la crisis.
La salud, por ejemplo, es uno de esos sectores, especialmente lo que tiene que ver con medicina preventiva y personalizada, telemedicina, y todo lo que tiene que ver con el desarrollo de vacunas y fármacos. También la educación, específicamente la que requiere de expertos que generen formatos para enseñar que no exijan presencia física (ejemplo: cursos online).
Otros campos que se han visto ‘favorecidos’ son el de las entregas a domicilio con tecnología avanzada y rastreo de productos, la ciberseguridad y monitoreo de ciudadanos, la migración digital (esa que requiere de expertos en 5G y desarrolladores de software) y demás similares.
Como se puede palpar, todos estos sectores implican nuevas tecnologías, lo que exige que las personas se reinventen… Y qué mejor oportunidad para hacer eso que este parón, el cual da la chance de que el que se quiera formar lo haga, aplicando la mayor flexibilidad posible y abriendo la mente a nuevas corrientes.
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Cambio de paradigma
Conociendo los nuevos espectros que se abren con y tras la crisis, y sabiendo que hay que prepararse para ellos (o sea, el qué), el próximo paso es planificar la forma de conseguir esos empleos (es decir, el cómo).
En ese sentido, todo pasa por reorganizarse a lo interno y trabajar en lo que se conoce como ‘la marca personal’ (amén de hacerlo mucho en el eterno currículo). Saber qué es lo que lo define a uno como persona y como profesional, y cuáles son sus fortalezas, habilidades y capacidades.
También hay que aceptar el hecho de que las cosas ya no serán iguales, y que herramientas como LinkedIn, una red social específicamente dedicada a profesionales y empresas para que los mejores candidatos terminen en los mejores puestos, cobrarán más importancia (así como los portales online de búsqueda de empleo).
En ese mismo sentido, se debe internalizar que trabajar de forma remota se puede convertir en una norma para, pues, casi todo lo que se pueda hacer de forma remota. Eso, ojo, no significará la destrucción de puestos de trabajo, sino una transformación de cómo se hacen, y acá entra otra vez el tema de la reinvención.
DATO: Trabajos remotos implican entrevistas remotas. A ellas hay que atenderlas y contextualizarlas con la misma seriedad como si fueran presenciales. ¿La razón? ¡Porque la comunicación no verbal sigue siendo tan importante como si se estuviese en una oficina! Ergo, se sigue requiriendo profesionalismo, discreción, sinceridad, puntualidad, asertividad, e ir directo al grano.
(Con información de BBC)