Aliarly Carrillo.- La oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó en su último informe que, debido a la crisis humanitaria en Venezuela existen al menos 6.8 millones de personas sub-alimentadas en el país.
Así lo dio a conocer el comisionado para la Organización de las Naciones Unidas, Miguel Pizarro, al considerar que es una “grave situación” para los venezolanos en materia de seguridad alimentaria, que se agravó por la llegada de la pandemia COVID-19 al territorio nacional.
Aseguró que en el informe que señala que la población puede encontrarse en riesgo de vulnerabilidad, “debido a la escasez de alimentos, la inflación y el paupérrimo salario mínimo”.
Por lo que Pizarro sostuvo que “las familias venezolanas no tienen la capacidad económica para adquirir la canasta alimentaria que tuvo un incremento de 52% respecto al mes anterior, alcanzando un costo de 45.946.257,93 bolívares”.
“Campesinos sin capacidad de comprar insumos, familias con mujeres al frente o situados en zonas de baja producción de alimentos y pueblos indígenas afectados por los estragos de la minería ilegal, hoy son doblemente vulnerables en la producción de alimentos”, manifestó.
Pizarro enfatizó que los venezolanos viven entre limitaciones que desmejoran su calidad de vida.
