El actor argentino Julián Gil se refirió a su separación con Marjorie de Sousa y aseguró que el proceso ha sido muy difícil, pero que no le guarda rencor a la actriz venezolana, que prefiere recordar los buenos momentos y que no está arrepentido de la relación que mantuvieron, que lo más maravilloso de ello fue el pequeño Matías, según reseña el portal Laopinión.
Gil también expresó que espera que pronto puedan llegar a un acuerdo que los beneficie a ambos.
La actriz venezolana Marjorie de Sousa y el actor argentino, Julián Gil, le pusieron punto final a su relación el pasado mes de abril, cuando la rubia confirmó la información y aseguró que ambos enfrentaban un proceso legal debido a la falta de entendimiento.
«Mi equipo de abogados estará a cargo de todo junto con las leyes de México, que es donde nació mi hijo, ellos decidirán cómo se tendrán que derivar los hechos de ahora en adelante», afirmó De Sousa para ese momento.
La separación de la pareja se dio a conocer luego de que el pasado 27 de enero ambos anunciaran la llegada de Matías Gregorio; primer hijo de De Sousa y el tercero de Gil.
Los motivos por lo que la decisión de separarse tardo tanto en salir a la luz pública lo originó el nacimiento del pequeño, el respeto hacia él y hacia el público que no dejó de brindarles buenos deseos desde que anunciaron que serían padres.
Recientemente, ambos coincidieron ante las cámaras de manera inesperada durante el receso del juicio celebrado en el juzgado de la familia 12 de la Ciudad de México de ambos de disputan la manutención de su hijo Matías Gregorio, según reseña el diario Univisión.
En el momento captado por las cámaras, se ve como ambos actores se cruzaron en el pasillo del segundo piso del juzgado, las cámaras y los periodistas habían enfocado toda la atención en la actriz que pretendía ir al baño cuando el actor sin querer posó para los medios.
Antes de que iniciaría la jornada, Gil aseguró que lo único que quiere es que el juez le otorgue una cuota justa para la manutención del pequeño y que le permita convivir con él sin ningún tipo de supervisión, pero el juicio culmino sin ningún tipo de acuerdos.
