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Con una gran asistencia por parte de Neymar y dos goles de Iván Rakitic, el FC Barcelona logró conseguir el liderazgo de su grupo en la primera fase de la Champions League, obteniendo así el pase a los octavos de final de una de las competencias futbolísticas más exigentes del balompié europeo.
Luis Enrique tiene sobradas razones para quejarse de la falta de puntería, pues al conjunto catalán no le sobraron oportunidades. De hecho, el FC Barcelona dominó el partido ante el BATE Borisov, pero muchos de sus tiros a puerta fueron desviados y algunas de las jugadas ejecutadas pecaron de predecibles.
A pesar de sus importantes asistencias, Neymar desperdició tres tiros de esquina que pudieron haber adelantado la situación del Barcelona en el marcador desde el minuto 10, cuando un corner fue a parar al remate de cabeza de Luis Suárez, pero el portero Chernik lo detuvo sin problemas.
La lesión de Sergi Roberto, que representa un nuevo problema a afrontar en el mediocampo del equipo culé, permitió la entrada de Rakitic, el hombre de los goles en el encuentro. Neymar ha estado mostrando su mejor cara en la ausencia de Messi y el conjunto local apenas si amenazó la portería de Ter Stegen, despertando la emoción de los aficionados cuando superaban el mediocampo tímidamente.
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