El líder supremo norcoreano, Kim Jong-Un, seguirá adelante e intensificará el programa de misiles que se producen en su país. Pese a las fuertes sanciones internacionales, de países amigos y diferentes organismos, Kim ordenó al instituto de materiales químicos de la Academia de Ciencias de Defensa aumentar la producción de combustible sólido para los motores de los misiles y de las cabezas de misiles.
Corea del Norte, que acusa a Estados Unidos de tener una política agresiva contra el país, trabaja en el desarrollo de misiles que puedan alcanzar territorio estadounidense. Los misiles con combustible sólido suelen estar más rápidamente disponibles para su uso porque pueden ser cargados tiempo antes de su lanzamiento, informó DPA.
Como reacción a dos pruebas realizadas con misiles balísticos en julio, el Consejo de Seguridad de la ONU decretó las sanciones hasta ahora más duras contra Corea del Norte. Pocos días más tarde, el presidente Donald Trump amenazó al Gobierno de Pyongyang con «furia y fuego», declaración que generó muchas preocupaciones en vista de los arsenales nucleares de ambos países. Corea respondió a su vez amenazando con atacar las aguas cercanas a la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, aunque después se moderó.
El lunes, Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron ejercicios militares conjuntos en la región, tras lo cual Pyongyang había vuelto a amenazar con represalias. Se temía que Corea del Norte hiciera nuevas pruebas con misiles durante las maniobras, que en su opinión se realizan con el único objetivo de preparar un ataque contra su territorio.