Las emocionantes semifinales de la Champions League, en la que se disputaran los partidos de Liverpool contra Roma y al Bayern Múnich ante Real Madrid, ofrece un escenario variopinto de posibilidades.
Los ‘Reds’ poseen a tres tenores en la ofensiva, que jamás desafinan en su canto y que han proyectado una imagen hermosa del buen fútbol. La Roma, el único equipo italiano que ha dado la talla, y que contra todo pronostico logró una hazaña envidiable eliminando al todo poderoso Barcelona. El Bayern Múnich rejuvenecido física y tácticamente por Jupp Heynckes. Y el Real Madrid adaptativo, policromático y homérico de Zinedine Zidane que construye su epopeya en la Champions sobre los hombros de Cristiano Ronaldo.
Liverpool llega a las semifinales con la insignia de único invicto y el más goleador del presente curso de la Champions. Pero el mayor mérito del equipo dirigido por Jürgen Kloop es su aporte táctico al juego. Actualizó el viejo manual del contraataque.
Sus tres gladiadores: Roberto Firminho, Sadio Mané y Mohamed Salad ejecuten acciones de peligró a una velocidad supersónica, el fútbol cronométrico y sincronizado a un toque para realizar las transiciones de defensa a ataque en fracciones de segundos. La eficacia del contragolpe de Liverpool parte de la presión abrumadora que aplica en momentos determinados del juego en el terreno del rival, donde su tridente ofensivo necesita menos espació y tiempo para dañar al rival. La Roma necesitará otro milagro actoral para superar a la máquina demoledora de Kloop.
El Bayern se rejuveneció con un viejo estratega. Heynckes va por su segundo triplete con el cuadro muniqués. EL antiguo entrenador del Bayern, a quien ya se le podría considerar como un emblema de la casa alemana, devolvió el juego de frescura que les caracterizaba a los germanos, cambio de ritmo y desborde del francés Ribery, y las diagonales indescifrables del holandés Robben. Al fútbol de posesión que sembró Guardiola, le agregó la eficacia tradicional del Bayern para abrir por los costados y aprovechar la potencia de Lewandowski en el área.
Contra cualquier otro equipo serían favoritos, pero esto no sucede ante el Real Madrid escuadra que lidera uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol. Aunque parece un equipo unidimensional, el cuadro merengue es más que Cristiano Ronaldo. Los recursos del Madrid son abundantes. Puede manejar la pelota con el toque lujoso de Modric, Kroos e Isco, Gareth Bale le aporta una velocidad titánica de juego al equipo y la voracidad goleadora de Ronaldo, que ha hecho de la Champions su particular coto de caza. La capacidad de Zidane para leer los partidos y corregir la estrategia es otro punto a favor del Madrid. El Olímpico de Kiev espera la gran final el 26 de mayo que por segunda vez desde 1981 apunta a que será entre camisetas rojas y merengues.