El abridor derecho de Cardenales de Lara, Max Castillo, fue de menor a mayor en su apertura del miércoles en el tercer juego de la Gran Final ante Bravos de Margarita, y con el apoyo de sus compañeros a la ofensiva, guió el triunfo 9-2 en el Estadio Nueva Esparta en Guatamare.
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«Tuve algunas complicaciones en las dos primeras entradas, pero pude hacer los ajustes a tiempo. En definitiva, nos salieron las cosas. La ofensiva también hizo su trabajo», dijo el caraqueño a José Ángel Rodríguez de LVBP.com.
«Después del segundo inning fue clave que me enfocara en lanzar mis envíos en strike. He estado intentando trabajar mi slider, llevarlo al mismo nivel del cambio de velocidad. Les mostré algo diferente a las dos salidas anteriores».
Sigue dominando a Bravos
Ahora bien, pese a un horrible Round Robin en el que compiló efectividad de 8.05 en 19 entradas y cinco aperturas, Max Castillo ha sabido como lanzarle a Bravos y en tres salidas ante ellos (sumando ronda regular), posee promedio de carreras limpias de 1.06 en 17 capítulos de trabajo.
«Mi respeto para toda esa ofensiva. Cualquiera te puede dar el golpe para dañarte el juego. La clave ha sido no dejarle envíos en la zona con dos strikes», acotó Max Castillo. «Eso me ha ayudado mucho a conseguir rollings o contacto débil de los bateadores. Creo que tendré éxito si los trabajo de esa forma»
Por su parte, el manager de Cardenales; Henry Blanco, aplaudió lo hecho por su dirigido y calificó que lo acontecido en el Todos contra Todos ya quedó atrás. «Max ha hecho el trabajo a lo largo de toda la temporada. A lo mejor, en el Round Robin no le fue tan bien, pero este sí es el Castillo que todos conocemos».