El presidente y propietario de Guaros de Lara, Jorge Hernández Fernández, ha sido una de las personas que más emotivamente ha sentido el pase del conjunto crepuscular a la Gran Final de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) y la corona de la Conferencia Occidental alcanzada tras barrer a Cocodrilos de Caracas.
La razón es muy simple: él, junto a todo su equipo, ha tenido que remar bien fuerte para llegar hasta este punto. “Lo ocurrido el año pasado fue muy doloroso. Sin embargo, levantamos la cabeza al ir a Alemania a llevarnos la Copa Intercontinental, sufrimos en la Liga Sudamericana y nos volvimos a reagrupar”, dijo el dirigente tras certificarse el pase del cuadro larense a la final.
Jorge Hernández también explicó parte de lo que Guaros de Lara vivió desde entonces, comentando: “El equipo llegó en pedazos y no teníamos técnico. Armamos un equipo para la Liga de las Américas sin mucho entrenamiento, pero todos los jugadores tienen mucha calidad. Llegamos a la final sin sorprendernos al no ser favoritos”.
En pocas palabras, el camino ha sido todo menos sencillo… y Marinos de Anzoátegui, rival de Guaros en la gran Final de la LPB, no es que pondrá las cosas a pedir de boca. Al contrario, el presidente de los crepusculares espera una serie complicada: “Me gusta ganar. Siempre queremos mejorar nuestro juego. Por eso seguiremos trabajando y vamos a preparar las estrategias para afrontarla de la mejor manera”, dijo Hernández, sentenciando: “Va a ser una final muy dura”.
Así mismo, el dirigente recordó que el de la LPB es de los pocos trofeos que se le ha hecho esquivo al cuadro de Lara: “En nuestras vitrinas tenemos trofeos que ninguna organización de la liga tiene hasta los momentos… ¡Pero falta éste! Es una meta que nos quita el sueño. Ha sido esquiva por mucho tiempo y me obsesiona al máximo”, reconoció.
Cocodrilos, una espina sacada y un rival admirable
Jorge Hernández Fernández celebró a lo grande lo conseguido por su equipo porque, entre otras cosas, fue ante Cocodrilos de Caracas: “La única manera de nosotros quitarnos lo ocurrido el año pasado era barriendo a Cocodrilos y resaltar que el cuarto juego fuera como el séptimo de la final”, dijo, agregando: “Ahora nosotros tenemos un plus y es que los barrimos en su casa, a diferencia que ellos lo hicieron en su estadio”.
Sin embargo, sus palabras están más cargadas de admiración por el rival que cualquier otra cosa: “Ganarle a la organización de Cocodrilos es muy importante. Yo confío mucho en lo que hacen los caraqueños, tanto que los jugadores que ellos formaron (Néstor Colmenares, Luis Bethelmy) ahora están en nuestra plantilla”.
Ese punto, el de la cantera, es muy resaltante para el dirigente guaro, quien comentó: “Si hubiese sido el dueño de Cocodrilos, jamás habría salido de estos muchachos. Ellos nacieron en esa institución y debieron terminar sus carreras profesionales allí, porque son extraordinarios jugadores. Con basqueteros como ellos me quito el sombrero con la organización caraqueña y seguiré confiando en ellos al tener una cantera fenomenal”, aseguró, recordando: “Cuando me dieron la oportunidad de llevármelos, no dudé por un segundo… Y ahora que están en Guaros no los perderé por nada del mundo”.