El uso prolongado de los aparatos electrónicos por niños y jóvenes puede traer consecuencias a su salud emocional y relaciones interpersonales.
Los estudios sobre el impacto de usos excesivo de los teléfonos se han desarrollado en países, donde los científicos sociales están preocupado por la relaciones interpersonales y formas de socialización de los jóvenes en este siglo.
Los adolescentes que pasan más tiempo enganchados a sus teléfonos son «notablemente» más infelices que los que invierten más tiempo en otras actividades, como el deporte o la lectura, según un estudio publicado en la revista especializada Emotion, reseñó la agencia EFE en su edición América.
El autor principal de la investigación, Jean Twenge, de la Universidad Estatal de San Diego (California, EE.UU.) se preguntó por qué algunos niños en crecimiento, súper conectados con la tecnología son menos rebeldes, más tolerantes, menos felices y completamente desarmados para la fase adulta.
