Nelson Gimón.- El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, fue de las primeras autoridades en tomar la palabra en la XXVII Cumbre Iberoamericana que acoge Andorra, y durante su discurso aprovechó para alertar al mundo que la pandemia del COVID-19 es ‘la mayor prueba moral de nuestro tiempo’.
El funcionario se mostró preocupado por el actual reparto poco equitativo de las vacunas, argumentando que hay países que no han recibido ni una sola dosis por falta de recursos.
En ese sentido, advirtió que se está creando una ‘peligrosa tendencia’ que se dirige hacia un ‘nacionalismo de vacunas’ que lleva a los países ricos a comprar suficientes dosis para toda su población, y a los pobres a quedarse al margen.
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El máximo responsable de la ONU ha subrayado también la importancia del mecanismo COVAX, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), precisamente para paliar este desequilibrio.
A pesar de contar con esa herramienta, Guterres detalló que la emergencia sanitaria amenaza con tener impactos devastadores si ni con el COVAX se puede balancear el reparto de vacunas en el globo.
“El mundo debe unirse para producir y distribuir vacunas para todos”, sentenció, a la vez que abogó por duplicar la capacidad de fabricación de los fármacos porque es precisamente en la inmunización donde reside la esperanza de superación ante lo que considera la mayor emergencia desde la Segunda Guerra Mundial.
(Con información de EuropaPress)
