Ejecutar y levantar proyectos de construcción es todo un arte que hoy en día se ha convertido en algo sumamente sofisticado y avanzado, sí, pero que jamás se hubiera podido llegar a concretar si no fuera por ese período histórico llamado ‘Edad de Hierro’. ¿La razón? Simple: De esa época surgieron herramientas, materiales y, prácticamente, todo lo que hace actual y moderno al mundo.
Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, habla al respecto en su portal oficial y explica que esta epata histórica de la civilización es vital pues fue entonces cuando se descubrió el hierro, un material abundante en la naturaleza que desde ese momento dio pie al desarrollo acelerado del modo de vida del ser humano.
La ‘Edad de Hierro’, dice Iachini, fue el último período prehistórico antes del comienzo de la historia y la invención de la escritura, y se desarrolló en el primer milenio antes de Cristo en la Península Ibérica… o, lo que es lo mismo, al final de la ‘Edad de los Metales’.
La primera etapa de la ‘Edad de Hierro’ comprendió entre el 1200 AC y el 1000 AC, y se caracterizó por no ser tan distinta a la ‘Edad de Bronce’. Claro, se menciona y se destaca su importancia porque allí se comenzó a usar el hierro. Luego, entre el 1000 AC y el 500 AC, llega un segundo período en el cual se masifica el uso de este metal que, por cierto, puede que haya sido descubierto por accidente.
Y sí, el hierro cambió la velocidad del desarrollo humano ya que, tras su masificación, todo pasó a ser diferente: El metal se convirtió en frecuente material (maleable y económico, dicho sea de paso) para la creación de múltiples herramientas (muchas de ellas para la construcción y hasta la agricultura) y, evidentemente, la fabricación de armas, símbolos de poder protección para las civilizaciones.
