Andreína Vies.- La escasez de alimentos y combustible preocupa a los pobladores de Bolivia, dicha situación ha sido propiciada en parte por los adeptos al expresidente Evo Morales, quienes han tomado la planta de Senkata, situada en la ciudad de El Alto, desde donde no dejan movilizar ningún camión surtidor de gasolina, de igual forma, mantienen bloqueos en varias zonas del país como medida de presión ante la renuncia de su líder indígena.
Según datos del sindicato local de transportistas en La Paz, durante las últimas tres semanas de protestas se han presentado pérdidas de 60 millones de bolivianos, lo que se traduce en 7,8 millones de euros y el “80 por ciento de los vehículos no están trabajando”.
Los ciudadanos indican que las estaciones de servicio en su mayoría están inoperativas y las que se encuentran abiertas presentan una gran afluencia de personas que esperan para abastecer sus vehículos. Otro flagelo que se suma a crisis es la cantidad de basura en las calles, ante esto la alcandía diseño un plan para iniciar las recolecciones sobre todo en los mercados y evitar los riegos de infección.
