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Estados Unidos acaba de izar su bandera en Cuba tras la reapertura de su embajada. Sin embargo, a pesar de la restauración de las relaciones entre estos países, Cuba detuvo a numerosos activistas por varias horas el pasado domingo, lo que constituye una nueva muestra de intolerancia hacia la disidencia interna.
Cuba reprime a opositores desde hace más de cinco décadas, cuando Fidel Castro llegó al poder tras derrocar a Fulgencio Baptista. La mano dura se ha mantenido durante el régimen de su hermano, Raúl Castro, quien recientemente decidió restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en acuerdo con su homólogo norteamericano, Barack Obama.
Disidentes de toda la isla señalaron que el número de detenciones el pasado fin de semana superó las 100. Las personas fueron llevadas a diversos centros de reclusión tras exponer su voluntad de participar en manifestaciones públicas a favor de la caída del régimen de los Castro. Al parecer, todos fueron privados de su libertad solo por varias horas.
John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, se convirtió recientemente en el primer funcionario de este rango en visitar la isla en más de 50 años. Su arribo a La Habana ocurrió con motivo del izamiento de la bandera de su país en la Embajada. Para Kerry, el tema de los derechos humanos es prioridad en las relaciones con Cuba.
