Escocia y Suiza cerraron la segunda jornada de la fase de grupos con un empate que no contenta a ninguna de las dos selecciones (1-1). La ‘Tartan Army’ apurará sus opciones en la última jornada -pasan los cuatro mejores terceros- al igual que los helvéticos, que encontraron en Shaqiri a su mejor aliado para seguir en el segundo puesto.
Escocia, consciente de lo que se estaba jugando, salió en tromba en busca de Suiza. El combinado helvético sufrió muchísimo durante los primeros compases con esa presión asfixiante de los de Steve Clarke, que encontraron el premio del gol a los 13 minutos. La acción empezó en un córner de Shaqiri que despejó la zaga local.
La pelota le llegó a Robertson, que inició una carrera casi a la frontal del área para abrir a McGregor. El jugador del Celtic se revolvió y le puso el cuero medido a McTominay, que llegó desde segunda línea para pegarle a portería. El disparo iba centrado, pero Schär metió la pierna y ese desvío despistó a Sommer, que vio cómo el balón entró en la portería.
Alegría absoluta en Escocia y no era para menos por el significado de ese tanto. Lejos de arrugarse, Murat Yakin mandó sus huestes al ataque para intentar arreglar la situación y contó con la colaboración de Shaqiri. El futbolista del Chicago Fire, que siempre nos deleita en un gran torneo, aprovechó un regalo de Ralston para empatar.
El mediapunta vio con el rabillo del ojo el mal pase del defensor y también la mala colocación de Gunn. Su reacción al ver cómo le llegó la pelota fue chutar de primeras y la metió por toda la escuadra derecha. Un señor golazo de un jugador que es Patrimonio de la Eurocopa y de los Mundiales, y que lleva marcando de manera consecutiva en los últimos 6 torneos.
Por noticiasaldiayalahora.co