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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no claudica en sus ambiciones por reformar el sistema judicial israelí, a pesar que esto ha desatado descontento social y protestas masivas.
El funcionario anunció en las últimas horas que su Gobierno avanzará en los próximos días en el camino para aprobar su propuesta.
Los puntos más controvertidos de la iniciativa de ley apuntan a revertir algunos poderes de la Corte Suprema y le darían al Gobierno más control sobre los nombramientos en ese y otros tribunales del país.
“Esta semana empezaremos a dar los pasos prácticos. Lo haremos de forma comedida, responsable, pero de acuerdo con el mandato que recibimos de introducir correcciones en el sistema judicial”, aseguró este domingo Netanyahu.
La legislación propuesta ha desencadenado repetidas protestas sin precedentes, mientras muchos denuncian un intento por minar la democracia de la nación e imponer una “dictadura”, ya que golpearía a la independencia del Poder Judicial.
Los críticos de Netanyahu destacan que el pulso del premier por hacer modificaciones al sistema judicial se registra en momentos en que el premier está siendo investigado bajo cargos de corrupción que él rechaza.
Tras el pronunciamiento de este domingo, el líder opositor Yair Lapid respondió a Netanyahu que seguir adelante y de forma unilateral con su plan “perjudicará gravemente a la economía, pondrá en peligro la seguridad y hará pedazos al pueblo israelí”.