Venezuela vive en el 2017 la prolongación del conflicto de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. Julio Borges asumió la presidencia de la Asamblea Nacional el pasado 5 de enero, durante la primera sesión ordinaria del año en curso.
Julio Borges descarta una candidatura presidencial tras asumir esta nueva responsabilidad, considerando la proyección que le da el cargo en el ámbito nacional e internacional. El parlamentario del partido Primero Justicia dijo que se centrará en sus responsabilidades más inmediatas, ratificando el compromiso que tiene con el país y con todo el electorado.
Borges instó a los venezolanos a confiar en la gestión que realizará la Asamblea Nacional durante este año que recién comienza, pues el poder legislativo seguirá fiscalizando todas las acciones del resto de los poderes, especialmente el ejecutivo.
TSJ, el Tribunal Supremo de Justicia, ha sustituido de manera ilegal a la Asamblea Nacional en varias de sus funciones según Julio Borges. El parlamentario criticó que el máximo tribunal del país se preste a las presuntas maniobras del gobierno nacional, que no quiere acatar las órdenes del legislativo.
Diputados pertenecientes a la Mesa de la Unidad Democrática harán todo lo posible para convocar elecciones generales este año, de modo tal de renovar todos los poderes, incluyendo al legislativo, y sacar a Nicolás Maduro y al Partido Socialista Unido de Venezuela del Palacio de Miraflores.
Julio Borges califica de corrupto al Gobierno, por haber despilfarrado el dinero del país luego de la bonanza petrolera de la primera década del siglo XXI. El diputado afirma que el pago de tiques a jubilados equivale a menos de un mes de renta petrolera, aún con el precio del crudo a 30 dólares por barril.
Representantes de la bancada oficialista alegan a su favor que la Ley de Cestatickets es inviable desde el punto de vista presupuestario, por lo que consideran que los opositores perdieron su tiempo prometiéndole algo al pueblo imposible de cumplir.
