La nefróloga y asesora médica de la ONTV, Carmen Milanés, asegura que en el país pocas instituciones están autorizadas para realizar trasplantes y sólo de dos órganos: riñón e hígado
Los trasplantes de órganos en Venezuela han llegado a un estado crítico tras la paralización del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos, dedicado a la recolección de órganos útiles de personas declaradas legalmente fallecidas y que accedieron a convertirse en donantes.
Así lo asegura Carmen Milanés, nefróloga y asesora médica de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONTV) -cuya junta directiva preside Ibrahim Velutini Sosa-, asegurando que reactivar dicho sistema debe ser una prioridad.
“Hay un gran grupo de pacientes que en su mayoría requiere del donante fallecido. Para este tipo de procedimiento tan detallista es ineludible contar con un sistema, y las personas que lo ejecutan, se denomina Sistema de Procura de Órganos y Tejidos, y debe ser cuidadosamente activado para garantizar que se obtenga un órgano de buena calidad, y así lograr un trasplante exitoso”, dijo la especialista a El Sumario.
El pasado septiembre fue el “Mes de la Donación, Trasplante de Órganos y Tejidos”, y la ONTV cumplió 21 años de actividades facilitadoras y de apoyo a los pacientes trasplantados
Explicó que reactivar dicho mecanismo permitirá solucionar los problemas para las operaciones de trasplante de órganos. Señaló que es necesaria una inspección en los hospitales y centros médicos públicos, ya que las pocas veces que se logra superar todas las trabas y limitaciones médicas, las infraestructuras no están en las condiciones adecuadas para un trasplante.
En la actualidad sólo se realizan dos tipos de trasplante en Caracas: riñón e hígado, y en muy pocas instituciones privadas autorizadas. Además, solo se trabaja con donante vivo. Tal y como lo establece la Ley sobre donación y trasplante de órganos, tejidos y células en seres humanos, se ejecuta por medio de un donante consanguíneo hasta el quinto grado, compatible.
Pero “no todo el mundo tiene un donante vivo y no todo el mundo tiene la capacidad económica para cubrir los gastos de un trasplante”, sostiene Milanés.