Corea del Norte dijo que el lanzamiento de su último misil balístico se realizó con el objetivo de «calmar la beligerancia de Estados Unidos» y establecer un equilibrio con ese país para que «no se atrevan a hablar de opción militar».
El test del viernes, que Pyongyang confirmó que involucró el lanzamiento de un misil balístico de medio-largo alcance Hwasong-12, «se llevó a cabo con el objetivo de calmar la beligerancia de EE.UU., que recientemente ha clamado por usar músculo militar contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial del país)», informó hoy la agencia estatal KCNA.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, que una vez más supervisó el lanzamiento, aseguró que el «objetivo final (de Corea del Norte) es establecer un equilibrio de fuerza real con Estados Unidos y hacer que sus gobernantes no se atrevan a hablar de opción militar», para lo que llamó a seguir consolidado sus capacidades con más pruebas.