Caerse está permitido, levantarse es obligatorio, al menos para todos aquellos que quieren tener éxito. Ronald Acuña Jr. está en ese grupo que no se deja vencer por la adversidad y, por suerte para nosotros, sigue insistiendo con estar en un campo de beisbol. El venezolano de los Bravos de Atlanta ha sido tendencia toda la semana porque se le ha visto entrenando muy duro para volver y retomar las cosas justo donde las dejó.
El de “La Sabana”, MVP unánime del 2023, año en el que inauguró el grupo del 40-70 (40 jonrones, 70 bases robadas), se despidió prematuramente de la temporada pasada, específicamente el 26 de mayo cuando sufrió un desgarro del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Los Bravos visitaban el PNC Park, Martín Pérez era el abridor de Piratas, y Ronald como primer bateador del juego se embasó por un doblete, en un abrir y cerrar de ojos, en un amague hacia tercera terminó lastimándose. El 6 de junio pasó por el quirófano.
A diferencia de la primera lesión de este tipo, que sufrió el 20 de julio de 2021, entonces en la rodilla derecha, Ronald siempre se mostró tranquilo. Sabía que tenía el potencial necesario para volver y esta vez no le daría espacio a las dudas y se concentraría en su recuperación desde el día uno. Es un hecho que no estará con el equipo para el Opening Day el 27 de marzo. Pero se espera que se incorpore temprano en la temporada, al menos eso ha dicho el manager Brian Snitker, que está siguiendo de cerca su evolución en los campos de entrenamiento.
El objetivo está claro, volver, reencontrarse con el juego que ama y demostrarle a todos que aún tiene mucho por aportar al beisbol. Después de todo se está preparando apenas para su novena contienda y es mucho lo que aún desea hacer en el terreno. En los últimos meses muchos han sugerido que no podrá ser el mismo porque, en principio, debe ser muy cauteloso para mantenerse sano. Pero realmente no está en los planes cambiar su estilo de juego.
“Solo sé jugar duro y eso no va a cambiar”, advirtió unos días después de su lesión y, claro, su postura es comprensible. Ese estilo de juego avasallante lo hizo Novato del Año en 2018, le ha permitido ganar tres bates de plata y lo ha llevado a cuatro All Star. Ese estilo lo ha mantenido en el foco desde sus inicios y es el que lo hace feliz, algo que -aunque no lo crean- es realmente importante para cualquier deportista. En Atlanta son optimistas, las dudas no llegan a esos lares, y a estos tampoco, porque como venezolanos tenemos que confiar en que su carácter lo ayudará a retomar las cosas justo donde las dejó para seguir construyendo una carrera inolvidable.
De momento suma 815 inatrapables, 165 jonrones, 145 dobles, 417 carreras impulsadas, 581 anotadas y 196 bases robadas. Prepárense para seguir contando.