El presidente Nicolás Maduro pidió que se convoque a una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para hablar sobre Venezuela.
«Le digo al presidente de Argentina, Mauricio Macri (…) convoque, atrévase, no me tenga miedo (…) convoque como presidente de Unasur a una cumbre de los países de Unasur y yo voy a esa cumbre y nos vemos las caras. Y voy a defender la verdad de Venezuela«, dijo Maduro.
Maduro, que aseguró que «le tienen miedo» solicitó esta cumbre y pidió restablecer las relaciones «de respeto, de comunicación, las relaciones diplomáticas» con los países del organismo.
«La llegada de la derecha a los gobiernos del continente significó que se impuso una intolerancia, un racismo ideológico contra Venezuela y la revolución bolivariana», agregó.
Señaló que «la derecha» tiene que «hacer el curso básico de tolerancia política, de democracia, de tolerancia ideológica» y mencionó a Macri y a los presidentes de Perú, Pedro Pablo Kuczynski y de Colombia, Juan Manuel Santos.
El martes 13 de febrero, la canciller peruana, Cayetana Aljovín, dijo que su país retiraba la invitación a Maduro para asistir a la Cumbre de las Américas, que se realizará en Lima en el mes de abril, y recalcó que este no sería bienvenido.
La decisión de Perú fue respaldada por los países del Grupo de Lima, que también el martes 13 de febrero hicieron una declaración en la que afirman que no reconocerán las elecciones presidenciales adelantadas que fueron convocadas por el chavismo, pues no contarán con las garantías para que sea un proceso “libre” y “transparente”.
La misión de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA) acusó a EEUU de estar detrás de la decisión de Perú de no invitar al presidente Nicolás Maduro a la Cumbre de las Américas y exigió “el cese inmediato de las agresiones y amenazas del régimen estadounidense”.
