Guaros de Lara: el camino al éxito cargado de esfuerzo y determinación

La historia del conjunto crepuscular estuvo llena de tropiezos, hasta la llegada de la gestión de Jorge Hernández Fernández, en 2012, quien con mucho esfuerzo ha sabido encaminar al equipo al éxito y convertirlo en una referencia internacional de calidad deportiva

El equipo de baloncesto venezolano Guaros de Lara goza de un presente impresionante. Estamos hablando de una institución que, en los últimos años, ha sido capaz de llenar sus vitrinas con múltiples trofeos tanto nacionales como internacionales, y que goza de un respeto absoluto en el ámbito del deporte criollo.

Esa espectacular actualidad, sin embargo, no es que haya sido producto de la casualidad. Todo lo contrario: Guaros de Lara es lo que es hoy en día gracias a un pasado en el que se hicieron innumerables esfuerzos para construir una franquicia exitosa, una que nació por allá por el año 2003.

Fue en ese año cuando el empresario Carlos García Ibáñez compró al antiguo conjunto Bravos de Portuguesa, lo mudó de vuelta al Domo Bolivariano de Barquisimeto (pues allí llegó a jugar bajo las denominaciones de Malteros de Lara y Bravos de Lara en los años 90), y le otorgó el nombre del popular ave loro. Desde entonces, la ruta del equipo ha sido un constante ascenso.

Bajo la égida de la administración de García Ibáñez, Guaros de Lara comenzó bastante bien, consiguiendo los subcampeonatos de las temporadas 2005 (ante Marinos de Anzoátegui) y 2006 (ante Trotamundos de Carabobo) de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB). Sin embargo, los años siguientes estuvieron carentes de logros y la franquicia pareció estancarse.

Nueva administración, nueva historia

No fue sino hasta el 2012 cuando realmente la cara del equipo larense comenzó a cambiar para siempre. El 25 de enero de ese año, el empresario local Jorge Hernández Fernández, junto a su socio Luis Sojo (popular ex jugador de béisbol venezolano), se hizo con la propiedad de la institución, comenzando un proceso de transformación que haría de este club uno de los más exitosos de Venezuela.

Antes, por supuesto, se vivió una dura etapa de transición, con muchos problemas heredados que poco a poco fueron superados gracias al tesón de una gerencia que supo sanear la institución a lo interno y que logró recuperar el amor al juego que los barquisimetanos siempre han profesado.

Y es que la administración comandada por Hernández se puso pronto manos a la obra, recuperó el Domo Bolivariano, y comenzó a armar una plantilla liderada por Heissler Guillent, otrora (y hasta el sol de hoy) jugador franquicia de Guaros de Lara. El éxito, sin embargo, no llegó de inmediato. No obstante, sí que comenzó a notarse el cambio de aires.

La primera clasificación a postemporada de la nueva era de Guaros de Lara llegó en el año 2014 de la mano del coach argentino Néstor ‘Ché’ García, hombre que terminó de redimensionar la estructura del equipo y le dio la competitividad necesaria para trascender en el siempre duro baloncesto profesional venezolano.

Al año siguiente, en el 2015, el cuadro crepuscular daría un paso más adelante y llegaría a la tercera final de su historia en la LPB. La misma la perdió ante Marinos de Anzoátegui en cinco juegos… No se logró el título, es verdad, pero el camino ya estaba marcado.

¡Llenando la vitrina de trofeos!

Si bien a Guaros de Lara se le había hecho esquivo el título de la LPB, su buen accionar le dio acceso a participar en la Liga de las Américas de Baloncesto, el torneo internacional de clubes más prestigioso del continente. Fue allí, en ese campeonato, donde el conjunto presidido por Jorge Hernández Fernández dio el golpe definitivo sobre la mesa: ¡Se coronó campeón de la edición 2016!

Los crepusculares lograron el título tras vencer en una electrizante final al Baurú de Brasil en un abarrotado Domo Bolivariano de Barquisimeto, y así Guaros de Lara se convirtió tanto en el primer equipo venezolano en ganar la Liga de las Américas de baloncesto, como en el segundo (junto con Trotamundos de Carabobo) en ganar un torneo de magnitud internacional… ¡y las cosas no quedaron ahí!

Ese mismo año en Frankfurt, Alemania, el cuadro barquisimetano conquistó la Copa Intercontinental FIBA 2016 al vencer a su similar del Fraport Skyliners local, marcando un hito sin precedentes en la historia del baloncesto venezolano… ¡uno que continuó al año siguiente!

En el 2017, Guaros de Lara retuvo su título de campeón de la Liga de las Américas, derrotando en la final al Bahía Basket de Argentina en el Domo Bolivariano. El resultado le permitió al club alcanzar varias marcas: se convirtió en el primer equipo en lograr este prestigioso título en años consecutivos, en el segundo bicampeón del evento tras Peñarol de Mar del Plata de Argentina, y se quedó con su tercer cetro internacional.

Por fin la LPB… ¡Y la Sudamericana!

Ese mismo año 2017, Guaros de Lara logró demostrar en casa lo que en el exterior ya era evidente: su superioridad. De la mano del coach argentino Guillermo Vecchio, los crepusculares por fin cosecharon lo que tanto habían estado sembrando y obtuvieron su primer campeonato de la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela, derrotando en la final a Marinos de Anzoátegui.

¿Y todo quedó allí ese año? ¡Pues no! El conjunto alado se propuso hacerse con un título que faltaba en sus vitrinas… y lo consiguió: hablamos de la Liga Sudamericana de Clubes, prestigioso torneo internacional que tuvo en el cuadro venezolano a su flamante nuevo campeón. Lara alzó este cetro al vencer al Club Estudiantes Concordia de Argentina.

El más reciente título de la exitosa historia de Guaros de Lara lo consiguió este 2018, específicamente en la LPB, cuando los ahora dirigidos por el argentino Fernando Duró revalidaron lo hecho la temporada anterior y se alzaron con su segundo trofeo consecutivo del baloncesto rentado criollo.