Tecnologia

La pandemia revoluciona la impresiones 3D

Marianyfel Salazar.- Con máscaras protectoras y visores para personal de la salud fabricados en emergencia, la crisis sanitaria del coronavirus ha impulsado la impresión 3D. Pero el costo y la calidad de esta tecnología no representan una amenaza inminente para los empleos industriales.

La pandemia, que está interrumpiendo las cadenas de suministro, ha logrado en pocas semanas lo que los impulsores de la cuarta revolución industrial han luchado por hacer durante 40 años: acelerar la adopción de la impresión 3D e impulsarla más allá del ámbito de universidades y emprendimientos.

«A diferencia de la producción industrial tradicional, que exige máquinas específicas, creadas en fábricas específicas, la impresora 3D es muy flexible», dice Greg Mark, fundador y director ejecutivo de Markforged, una empresa emergente estadounidense que hace impresoras 3D.

La impresión 3D es un proceso de fabricación aparecido en los años 1980. Consiste en convertir un modelo digital en un objeto sólido en tres dimensiones.

Aunque las técnicas utilizadas son distintas, el principio es siempre el mismo: superponer capas de materias. La diferencia es la forma en que se depositan y tratan las diversas capas y el tipo de material utilizado.  La impresión 3D no es, por tanto, «una gran amenaza para la producción industrial clásica porque la calidad y los costos no son tan buenos como con los procesos de fabricación tradicionales», considera Art Wheaton.

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