La idea generalizada era esta: los técnicos argentinos que dirigen a la Vinotinto en todas sus categorías, iban a estar ahí hasta que ellos quisieran. Se creía que, por las diferencias políticas de los entrenadores venezolanos con los directivos de la Federación, poner a extranjeros iba a ser lo más sano. Y así había sido. Fernando Batista en la de mayores, y Ricardo Valiño en las divisiones de edades parecían inamovibles.
Victorias, empates y derrotas, como a menudo había sucedido, de cierta manera respaldaban a los dos entrenadores porque al final de todo, ese es el paradigma del fútbol venezolano. Por todo esto es que ha sido un golpe sorpresivo el despido de Valiño, pues él, como Batista, se veían fuera de toda suspicacia, fuera de toda sospecha…
Pero pasó lo que muy pocos creían que podía pasar: Valiño fuera de las Sub-15, Sub-20 y la Sub-23. ¿Cómo es eso? Sí, el hombre ha dejado el trabajo a medio hacer, aunque habría que profundizar en su labor para conocer hasta qué punto la medida ha sido justa con él. Si miramos con objetividad su paso por las menores, pensamos que, como en “saber y ganar”, pasa la prueba.
Veamos: entre resultados favorables propios y convenientes de otras selecciones, entre “troches y moches”, la Vinotinto Sub-15 se metió en el Mundial de la edad. En el Preolímpico Sub-23 del año pasado, montado en el estadio Brígido Iriarte, estuvo a pocos metros de viajar a París; y en el reciente Suramericano Sub-20 sí es verdad que, aunque jugando en Venezuela y con algunos asuntos a favor, fue infelizmente eliminado.
Total, que su gestión podría mirarse desde la óptima venezolanista y no calificarla como un fracaso estrepitoso. No tomamos decisiones que pudieran ser vistas como favorables, pero tampoco vemos las cosas sin posturas pesimistas. Tratando de ser objetivos, pensamos que haber tenido a Valiño como técnico ha valido la pena: ¿otro lo hubiera hecho mejor?…
Ahora hablemos de los astros de más edad y, en especial, de Robert Lewandowski. A sus treinta y seis años de edad, sigue reventando redes a cada instante. Ahora es, con diecinueve, vanguardia de los goleadores en España.
Y ahora recordamos que luego de su llegada al Barcelona proveniente del Bayern Munich, se decía que no le iba a ir bien, que el fútbol español iba a ser muy duro para él por la fortaleza de las marcas y los sistemas de juego, y que él, habituado a una cierta holgura en Alemania, la iba a pasar mal en los partidos de la liga hispana. Pero el polaco ha respondido, ha pasado de largo por el tupido tránsito de los malos presagios, para levantar el ancla y llevar al equipo de las ramblas por el mejor camino posible.
Nos vemos por ahí.